Desde el aterrizaje al cielo, en Dubái todo se puede y las opciones de transporte son increíbles. Después del aterrizaje en el aeropuerto de esta magnífica ciudad, se puede conocer el rascacielos más grandes del mundo sin pisar la tierra. Aunque suene increíble, esto es posible en este lugar gracias a un particular sistema.
El Burj Khalifa es considerado el edificio más grande del mundo y posee una altura de 828 metros, que supera al doble del Empire State Building y casi tres veces el tamaño de la Torre Eiffel. Su imponente arquitectura hace que sea uno de los atractivos obligatorios de la ciudad y los turistas no pueden perderse su magnificencia.
Un aterrizaje directo al cielo: cómo ir del aeropuerto al Burj Khalifa
El sistema de transporte en Dubái es de excelencia y los turistas que llegan allí pueden encontrarse con las variantes que más se adapten a sus necesidades. Pero una de ellas permite acceder al Burj Khalifa y al Dubai Mall sin ir por la calle ni las aceras. Desde la estación de Metro que sale desde el aeropuerto, se puede ir caminando hasta este emblemático punto turístico, mediante pasarelas y cintas transportadoras que también poseen aire acondicionado.
Para los que eligen esta opción se puede coger la línea roja en la terminal 1 o en la 3, que llegará en menos de 25 minutos a la estación del Burj Khalifa y el Dubái Mall. Para poder disfrutar más de las vistas de este majestuosa ciudad, también se puede adquirir la tarjeta Gold del Metro, que es recargable y un poco más cara que la habitual (la roja), y disfrutar de las imponentes bellezas de la arquitectura mientras llegas a destino.
Un aterrizaje a la ciudad de los sueños: todo lo que tienes que saber del Burj Khalifa
Burj Khalifa es una de las paradas obligadas de Dubái y, sin dudas, uno de los atractivos más imponentes. Llegar allí puede implicar una aventura en sí misma, que comienza desde el mismo momento del aterrizaje disfrutando de los paisajes citadinos, recorriendo pasarelas de lujo. Pero una vez que se logra acceder al Burj Khalifa las vistas dejan sin aliento. Para poder disfrutar al máximo de este desafío, es importante conocer los precios. Subir a la planta 125 cuesta 38 euros, mientras que a la 148 hay que pagar 100.
El Burj Khalifa es una auténtica ciudad vertical que rompió todos los récords. Su construcción comenzó el 21 de septiembre 2004 y finalizó el 1 de octubre 2009. Su edificación es tan sofisticada que las inclemencias del clima no afectan en las alturas debido a que se diseñó con una sección transversal en forma de una letra para reducir el efecto del viento. Una de las características más impresionantes del Burj es la plataforma de observación, considerada la más alta del mundo hasta la apertura de la plataforma en la Torre Shanghái que tiene una altura de 561,3 metros.