Los Emiratos Árabes Unidos han desplegado una ambiciosa estrategia en el continente africano, esto es evidente en su creciente presencia en la gestión y control de puertos. La expansión de su influencia marítima, por lo tanto, no es solo una cuestión de comercio, sino que también implica aspectos geopolíticos cruciales. En este contexto, tanto Dubái como Abu Dabi han tomado decisiones estratégicas que les permiten consolidar su papel en la economía africana, inversiones y acuerdos comerciales.
A lo largo de la última década, el intercambio comercial entre los Emiratos y los países africanos ha crecido significativamente, un 30% es la cifra que se ha registrado en este periodo. Este aumento no solo resalta la importancia de África para los Emiratos, sino que también subraya cómo estas naciones están diversificando sus relaciones comerciales en un mundo globalizado. Las inversiones extranjeras directas durante los años 2012 y 2022 alcanzaron los 59.400 millones de dólares, establecer bases sólidas en el continente.
Con un enfoque particular en el control de rutas marítimas críticas, los Emiratos buscan posicionarse como líderes en el comercio regional, lo cual es parte de su plan más amplio de expansión y afirmación de poder. La alianza entre empresas estatales y privadas ha permitido a estos emiratos no solo construir puertos, sino también adquirir empresas logísticas en diversas naciones africanas, así fortaleciendo su control sobre flujos comerciales clave.
LA ESTRATEGIA MARÍTIMA DE DP WORLD Y AD PORTS EN ÁFRICA
El papel central de las empresas DP World y AD Ports es innegable en la estrategia de expansión de los Emiratos Árabes en África. DP World, como entidad controlada por el emirato de Dubái, ha logrado posicionarse como un actor indispensable en el ámbito portuario. Con una red que abarca desde Argelia hasta Sudáfrica, esta empresa no solo se limita a operar puertos, modernización de infraestructuras logísticas en la región.
En su afán por hacerse con una mayor participación de mercado, DP World ha realizado adquisiciones significativas, , que opera en varios países africanos. Estas acciones no solo permiten a DP World expandir su capacidad operativa, eficiencia en el transporte de mercancías.
AD Ports, por otro lado, ha establecido una serie de contratos estratégicos en diversas regiones de África. Esencialmente, se ha posicionado en la costa atlántica con operaciones en países como Angola y la República del Congo. Además, su avance en la costa del Mar Rojo, gestionando numerosos puertos turísticos egipcios, infraestructura marítima en la región. Esta dinámica contribuye a la consolidación de la marca emiratí en el sector logístico.
EL CONTROL DEL ACCESO AL MAR ROJO Y EL CUERNO DE ÁFRICA
Uno de los aspectos más cruciales dentro de la estrategia de los Emiratos implica el control del acceso al Mar Rojo. Su apoyo a los separatistas del Consejo de Transición del Sur del Yemen ha permitido proyectar su influencia en esta estratégica vía marítima. El control del Golfo de Adén y las islas Socotra, junto con Perim en el Estrecho de Bab-el-Mandeb, una ventaja geopolítica significativa en la región.
En el Cuerno de África, DP World ha estado estableciendo relaciones con diversos actores locales. Aunque este enfoque le ha generado tensiones, como la que mantiene con el gobierno central de Somalia, sus acuerdos con la autoproclamada República de Somalilandia para operar el puerto de Berbera son representativos de su estrategia no convencional. Este tipo de compromisos, sin embargo, han suscitado reacciones diplomáticas por parte de Somalia, cuestiones que se han vuelto complejas en un entorno lleno de desafíos geopolíticos.
Adicionalmente, la relación con Yibuti también ilustra los riesgos que enfrentan los Emiratos en su expansión. La finalización de la concesión de la terminal portuaria de Doraleh por la acusación de intento de soborno ha llevado a DP World a litigar contra el gobierno de Yibuti, permitiendo que otros actores, como China, se posicionen en el vacío dejado. Este tipo de situaciones resalta la fragilidad de las alianzas en un continente donde los intereses geopolíticos son variados y a menudo conflictivos.
LA INSURRECCIÓN TERRORISTA EN ÁFRICA Y SUS IMPLICACIONES
La violencia terrorista en la región plantea un desafío adicional para los Emiratos Árabes Unidos en su búsqueda de ampliar su influencia. En un reciente ataque en febrero de 2024, cuatro soldados emiratíes y uno de Baréin fueron asesinados en Mogadiscio, un recordatorio de la amenaza constante que representan grupos como Al Shabab. Esta situación no solo afecta la seguridad de las tropas, logísticos en la región.
El resurgimiento de ataques yihadistas revela la interacción intrincada entre las fuerzas internacionales y los actores locales. Por ejemplo, el ataque de Al Shabab a un gerente de DP World en 2019 en el puerto de Bosaso indica la vulnerabilidad de las operaciones de las compañías emiratíes. Estos eventos, por tanto, subrayan la necesidad de una estrategia coherente que no solo contemple inversiones, operaciones en un entorno hostil.
A medida que otros actores, como Turquía, comienzan a involucrarse en la región, reforzando sus propias alianzas y capacidades de seguridad, los Emiratos deben mantener un enfoque en la defensa de sus intereses comerciales. Esto incluye no solo el Mar Rojo, sino también el resto de África, donde el panorama es cambiante y repleto de desafíos. La continuidad de sus operaciones depende de la capacidad para navegar este entorno complejo, y sostenibles.